en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

jueves, 12 de febrero de 2009

El Espíritu del 12 de febrero y sus enseñanzas

Hoy se cumplen 35 años de "El espíritu 12 de febrero", un programa tímidamente reformista que protagonizó Carlos Arias Navarro, presidente del último gobierno de Francisco Franco en España. Es uno de mis primeros recuerdos que tengo de mis inicios adolescentes en el mundo de la argumentación política.

Tal como recuerda ya la
wikipedia , se tomó como nombre la fecha de un discurso pronunciado en esa fecha de 1974 ante las Cortes Españolas, cuyo punto más importante fue el de asociacionismo político, que se debería concretar posteriormente. Una medida que evidentemente no contentaba a la oposición democrática, pero que dejaba entrever las primeras fisuras de aquel maldito régimen.

Hechos simultáneos, como la conocida 
Revolución de los claveles de Portugal, hicieron que Arias Navarro se replanteara el nuevo estatuto de asociacionismo, de forma que nunca se llevó a cabo su apertura real, dejándolo prácticamente como estaba: Las "asociaciones políticas" previstas deberían tener un mínimo de 250.000 afiliados y una presencia en al menos quince províncias. Por supuesto tenían que ser asociaciones compatibles con el Movimento Nacional. Así que sólo unos cuantos falangistas sacaron provecho de este nuevo estatuto.

Era el tiempo de la gran batalla entre los ultras y los aperturistas. La desaparición de Carrero había sido un mazazo para los primeros, pero no su desactivación, ni mucho menos. Y tal como recuerda Pecro Calvo Hernando en un artículo que escribío hace ya 15 años en
El Mundo , las expectativas que abrió el 12 de febrero fueron desmesuradas y sus consecuencias muy modestas. Como intento de apertura del Régimen, llegaba muy tarde.

Hoy en día, a pesar de que todas las comparaciones son odiosas, nos encontramos también en los inicios de una crisis económica internacional que nadie se atreve a predecir cómo se desarrollará y, en determinados ámbitos de mi entorno cotidiano, se preveen tímidas reformas que lo que intentan realmente es modificar pequeños detalles para que nada cambie. 



No parece que aprendamos mucho de la historia reciente.