en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

martes, 3 de abril de 2012

La Amnistia fiscal, los pagarés forales y Jose Luis Bilbao

Andan los del PP que no saben qué hacer para retrasarnos la subida del IVA. Algo que según muchos analistas podría casi considerarse "la puntilla" a nuestro poder adquisitivo, lo que evidentemente salpicaría muy negativamente a la revitalización del mercado. Y rascándose la cabeza, no mucho la verdad, han llegado a la conclusión de la "inevitabilidad" de la "Amnistía Fiscal".

El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, 

durante una comparecencia reciente.


(Foto: ZIGOR ALKORTA)
Al oír la noticia al principio tengo que reconocer que indigna, cabrea y repugna, pero acostumbrándome poco a poco a darle dos vueltas a mis primeras posibles reacciones, llego a la conclusión de que, a pesar de todo, el tema puede merecer la pena. Ejemplos, haberlos, haylos.

Y encontrándome en ese menester me llegan por las ondas la voz de Jose Luis Bilbao, rasgándose las vestiduras y hablando de dignidad, rechazando la medida de Rajoy por ser "éticamente inaceptables", "políticamente indefendibles" y "socialmente injustas". Y añade : "Si lo que quieren -ha dicho en referencia al Gobierno central- es premiar al defraudador, que no cuenten con nosotros". Y es oyendo estas memeces cuando la indignación se me sube todavía un poquito más que en el caso anterior. Me explico:

Jose Luis Bilbao lleva en la Dipu mas años que los jarrones chinos. Y seguramente se acordará de los tiempos en los que andaba "codo con codo" con el Señor de Bizkaia especialista en corbatas, me refiero a Pradera, claro. Su gobierno inventó aquello de los "pagarés forales" que dicho en palabras de un "no especialista" en la matería era algo así como "animar al dinero negro de Amoroto, Donosti, Madrid o Singapur (el color del mismo conlleva el desconocer su procedencia) a regularizarse en Bizkaia si lo invertían unos añitos en el Territorio Foral, para luego pasar a ser completamente legal y honorable. Y así, con ese dinero que se reflotó en Bizkaia, pero vaya usted a saber cual era su procedencia y cuáles los métodos utilizados para su obtención, cómo la administración foral pudo realizar las inversiones del Metro y del Guggenheim. Parece ser que entonces a José Luís no le importaba tanto lo "éticamente inaceptable", lo "políticamente indefendible" y lo "socialmente injustificable" y, además, lo de premiar al defraudador, tampoco le importaba tanto.

No hay como hacerse viejo, en este caso algo menos que José Luis, para poder tener de un longevo político dos posiciones tan distintas ante un caso tan parecido. La "pequeña" diferencia parece ser que reside en ser o no el iniciador de la iniciativa. ¡Ja!