en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

jueves, 25 de octubre de 2012

Otro día de Euskadi, raro, raro, raro. El primer lunes de primavera sería una buena opción. ¿Qué os parece?

Hoy "celebramos" el Día de Euskadi, Y probablemente, si hiciésemos una encuesta, recibiríamos más de una respuesta sorpresa, bien por desconocer el motivo de la festividad, bien por que el conocerlo le produce un rechazo de esos que no le anima a acudir a una pastelería a comprar pastelitos. Así estamos.

Y es que aunque lo hayamos repetido más de una vez, comprobar que tras muchas décadas de tener institucionalizada una fecha como día en el que todos los vascos y vascas nos reconozcamos, año tras año hemos certificado que la casa falla por los cimientos, por que, si no es así agradecería que me lo dijesen, si tras tantos años de creer que vivimos en un país con sus símbolos correspondientes, lo único que de entre los símbolos que caracterizan a un estado o a una administración sólidamente consolidada son su bandera, su himno, su letra y su fiesta nacional. Y aquí nos hemos quedado con la ikurrina. Y punto. Poco más.

La primera fiesta oficial, la del "aberri eguna", ha estado desde el principio demasiado ligada a dioses, religiones y resurrecciones  Y eso, en un a administración que se presupone laíca y democrática, chirría demasiado.

La alternativa, no ha sido especialmente mejor, entre otras cosas porque se cambió con la misma mayoría parlamentaria raquítica con la que se había impuesto la anterior, y aunque esté ligada a la fecha del refrendo del estatuto de Gernika, y quizás por eso, tiene los días contados, porque, probablemente, a medio plazo, si todo va medianamente bien, podamos encontrar una nueva fuente de consenso.

Así que, puestos a consensuar, mi propuesta sería que, ni una ni otra, que la nueva fecha no este ligada ni a santos, ni a dioses, ni a ninguna de esas fechas históricas que unos ven bien y otros mal. El primer lunes de primavera sería una buena opción. ¿Qué os parece?

Nota: 

Declaraciones esperpénticas y que recuerdan a rabieta infantil han sido las realizadas por José Luis Bilbao al definir la fiesta de fracaso e "intento de normalizar a las tribus del norte". 

Este Señor de Bizkaia, cuando se le lleva la contraria, agarra unos arrebatos que, cuando suceden  ante un periodista presto al "on". se le pueden grabar tonterías solemnes. 

Y ahora, con su amigo a punto de desembarcar en Ajuria Enea, se le puede subir el puntito peligrosamente. Al tiempo.