en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

sábado, 20 de abril de 2013

Respeto de la Iglesia al Estado

Lo recalcaba el editorial de Vocento esta semana con otro titular, el respeto entre Iglesia y Estado. Pero el presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Rouco Varela, aprovechó el pasado lunes la visita del presidente del Gobierno al Vaticano para reclamar al mismo tiempo el anteproyecto de ley «que permita una protección eficaz del derecho a la vida» y para manifestar que «también es urgente la reforma de nuestra legislación sobre el matrimonio». 

Por descontado, la Iglesia católica, como todas las confesiones religiosas, tiene pleno derecho a expresar sus ideas y principios y a hacer proselitismo de ellos. Y sus fieles, que constituyen la mayor confesión religiosa en España, deberán ser consecuentes con sus creencias y recomendaciones. 

Pero, sin necesidad de apelar a la conocida parábola que recomienda dar al César lo que es del César, parece evidente que en nuestras democracias occidentales es el Parlamento el que, libremente, hace las leyes conforme a la voluntad soberana de los ciudadanos. 

En un sistema pluralista sano, la fecunda cooperación entre las instituciones políticas, las religiosas y la organización social constituye la base de la convivencia y del progreso. Pero para ello, es necesario que cada cual respete el terreno de los demás y se ajuste a las pautas acordadas, y en este terreno, en el del respeto al ámbito laico y democrático de la sociedad donde esta insertada, la Iglesia Católica Apostólica y Romana tiene bastante que practicar y aplicar.