en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

sábado, 21 de junio de 2008

Escenario político vasco en verano de 2008

Mikel Agirregabiria, blogero de los mas prolijos e históricos del país, nos ha presentado un post que recomiendo leer desde el principio hasta el final. El análisis es bastando razonado y razonable y la conclusión también: blanco y en botella, leche.

La próxima reunión de políticos y bloggers vascos en el Parlamento, bajo la iniciativa plural de Política 2.0, nos anima a realizar una análisis político del momento para calentar el debate blogero, el mismo día en el que entramos en verano del 2008.

-La actual situación de los partidos es compleja, pero se podría sintetizar de la siguiente forma:

PNV, recuperando la unidad tras las diferentes "movidas" internas y externas; PSOE, crecido por los resultados de las elecciones generales del 9 de marzo pasado; PP, entrando en una imprevisible crisis cuyo epicentro es Euskadi; EHAK, al albur de la reanudación de la violencia; EA, decreciente y dividida entre la radicalidad de captar el voto perdido y la fusión con el PNV; EB, superando su propia fragmentación interna; y Aralar perviviendo en el olvido,...


- Las incertidumbres son numerosas, comenzando por la situación económica global que amenaza con una ya apreciable "desaceleración" que nos alcanzará en mayor o menor medida, pasando factura a quienes estén en el poder (en todos los ámbitos de gobierno, más en el Estado que en Euskadi), y terminando con la cerrilidad autista de ETA, de la que sólo puede esperarse lo peor, hasta que algún día (y ojalá fuese hoy) desaparezca de una u otra forma.

- El calendario inmediato no puede ser más movido. El próximo viernes 27 de junio se celebrará en el Parlamento Vasco la sesión plenaria monográfica sobre el proyecto de ley de consulta con las dos famosas preguntas. El resultado de la votación, fijadas las posiciones de los partidos, depende exclusivamente de los votos de EHAK. Y su decisión será conocida por ellos mismos, minutos antes del pleno cuando reciban la oportuna llamada desde "el exterior".

Un pronóstico probable (a una semana del momento) es que apoyen la propuesta en alguna medida, situando al tripartito en una posición incómoda de contar con este apoyo "envenenado", especialmente si ello se combina con alguna acción terrorista horrenda más o menos simultánea, algo que nadie cabal y ético desea.

Más previsible que la votación del 27 de junio resulta predecir que la consulta no se celebrará el cercano 25 de octubre, porque aún de aprobarse en Vitoria-Gasteiz sería inmediatamente recurrida por el Ejecutivo de Madrid, y el proceso legal (incluso antes de dilucidarse, en contra seguramente) agotaría los plazos hasta el máximo retardo de las autonómicas. Así pues, el valor de lo que suceda el próximo viernes es sólo para posicionar mejor o peor a los diferentes partidos ante las elecciones autonómicas a celebrar, a lo sumo, en mayo de 2009.

No resulta grata la posición del tripartito que puede cosechar una derrota parlamentaria (si no se cuenta con "esos" votos), o una victoria pírrica que sólo valdría para disponer de un victimismo de inciertos réditos electorales. A menos que ETA se disuelva en un golpe de efecto que hoy parece imposible, pero muy deseable y que algún feliz día sucederá (tan sorpresivamente como cayó el muro de Berlín, cuando una situación ficticia e insostenible mantenida artificialmente sólo por las armas se derrumbó inopinadamente).

- Las constantes de la política vasca derivan, en muchos casos, de lo insólito de sus circunstancias. Un electorado relativamente estable pero inusualmente fragmentado (7 partidos en una comunidad de menos de dos millones de votantes), y a pesar de (o por) ello con un liderazgo único mantenido durante tres décadas, algo desconocido en Europa.

También resulta excepcional el voto recogido por una opción que no repudia la acción violenta, del último grupo terrorista en Europa que ya malvive (40 años) más que la dictadura franquista, y todo ello en medio de un alto nivel de bienestar socio-económico que debe dedicar muchos recursos a la defensa de las personas amenazadas, o de los proyectos de progreso que son aplaudidos y requeridos por toda la ciudadanía europea (TAV,...).

Igualmente son contemplados con extrañeza por observadores externos otros datos políticos, como el trato preferente y persistente que da el partido grande (PNV) a su escisión (EA) en tareas de gobierno, primando en representación política a quienes fueran sus desertores. O el perfil más nacionalista que el del Presidente de su propio partido (PNV) sea el del Lehendakari (que debe representar a toda la ciudadanía) respaldado por un gobierno tripartito mixto, que incluye un partido no nacionalista (EB). Más aún, cuando en el partido en el poder está asentada una deseable y sana bicefalia, la cual debía salvaguardar los roles diferenciados del Presidente del EBB (máxima autoridad política) y del Lehendakari (representante del partido, a veces con el apoyo de otros, dedicado en la gestión gubernamental).

- Los diferentes partidos se están moviendo para fidelizar sus electorados y gestionar un impreciso calendario electoral, que sólo puede acortar el Lehendakari Ibarretxe. Lo que acontezca en las próximas semanas será decisivo para que los partidos ajusten sus explicaciones, sus programas e, incluso, sus carteleras ante las próximas autonómicas. Así como algunos cabezas de cartel están fuera de duda (Patxi López se ha tirado a la piscina demasiado pronto, y Madrazo ya está confirmado), puede persistir alguna duda en las ejecutivas sobre su mejor candidatura a Lehendakari.

El mismo Ibarretxe se ha vinculado en exceso a la consulta, y está insistiendo mucho en asociar su porvenir político con el devenir de aquella. La búsqueda de la centralidad, que siempre ha sabido ganarse el PNV pero a la que el PSE aspira, puede aconsejar un cambio de líder tras un ciclo de diez años de Ibarretxe, en un proceso tenue pero perceptible de convergencia nacionalista, algo que tarde o temprano ocurrirá y sobre todo si la violencia desaparece, normalizándose y simplificándose el espectro político vasco. EA está en una encrucijada entre los jóvenes (que no estuvieron en el PNV) y que sueñan con encabezar el voto radical, y los mayores que han comprendido que el recorrido fuera del PNV está desaparecido en la Comunidad Autónoma, salvo en Gipuzkoa donde la confluencia se vería bien. EB y Aralar no mantienen expectativas favorables, a lo sumo de mantenimiento, ni en el supuesto de no concurrencia de siglas que recojan el voto de Batasuna.

Esta previsible coyuntura, establecida por el PSOE según su criterio (último), dará lugar a un ensanchamiento en la representación si se repartiesen los nueve escaños de EHAK. Ello comportará un mayor bloqueo, por lo que es preciso aprovecha al máximo el "efecto D'Hont" para preparar la futura mayoría.