en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Alambradas, ni en bromas.

Me suena algo así como mentar al diablo y, aunque no crea en él, por si acaso, ni mencionarlo.

Es el simbolo de los que se creen mejores que otros, otros a quienes hay que encerrar puesto que son incapaces de merecerse el tuteo y la convivencia contigo por que, simplemente, son inferiores. Es el simbolo de los que se creen que tienen un tesoro y se encierran para no tener que compartirlo con nadie.

Es el símbolo de los que se creen ganadores, aunque sus victorias sean repugnantes, es el símbolo de los que se creen siempre vilipendiados y masacrados, aunque vivir, vivan de puta madre, es el simbolo de lo que no quiero ver ni en pintura.

Por eso, y porque siempre que se utilice, va a ser mal interpretado, mal visto, tractor de malos recuerdos y peores experiencias, y porque siempre será sacado de su contexto inicial, por todo eso y mucho mas, yo no utilizaría más ese término. 

Además, en una democracia asentada como la nuestra, debemos de reconocer públicamente que, en Euskadi, la única alambrada que existe, que intenta aislarnos del mundo, encerrarnos en su alocada carrara hacia la muerte, lleva las siglas ETA. Esa alambrada si existe, y entre todos debemos de hacer desaparecer.

P.D.: Por cierto, la peli de la foto, que la vi el otro día con mi familia, recomendable. No desmerece al libro.