en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

martes, 17 de marzo de 2009

Los obispos creen que se protege más a la fauna y flora que al no nacido.

Nota: Al final del día he añadido algunos carteles que han ido apareciendo en la web a lo largo de las últimas horas, todos ellos referentes a la campaña.

  Las altas jerarquias españolas de la iglesia católica romana han anunciado y denunciado que las especies protegidas de la fauna y la flora tienen mayor protección jurídica que el no nacido. Nada nuevo, lo que pasa es que de vez en cuando tengo que desahogarme y hoy es uno de esos días que me apetece.

Esta organización que cada vez tiene, afortunadamente, menos respaldo social e incluso menos predicamento entre quienes se autodefinen como sus seguidores y partidarios, mejor haría en defender la calidad de vida de los que ya estamos en el planeta, trabajando por la erradicación de la pobreza y dando ejemplo de solidaridad con los pobres.

Resulta curioso y patético verles proteger mas al "teórico" niño blanquito que por decisión de sus padres y/o del juez no llega a nacer que al negrito que se muere de hambre y miseria lejos de sus palacios episcopales y de sus cuentas corrientes que, por cierto, en parte, y también por decenas de decisiones judiciales, han tenido que desviarse (últimamente más de 300 millones de dolares), para proteger a "sus" pederastas en diferentes zonas del planeta. ¡Está claro que no les gusta que haya otros jueces en la tierra que no sean ellos mismos, que se creen "pastores con derecho" sobre sus ovejas, y las otras!

Su progresivo alejamiento de la realidad social, como por ejemplo la semana pasada, cuando se mostraron contrarios a la genial noticia que a todos los bien nacidos debería de alegrarnos, la salvación de un niño de una muerte segura gracias a que los padres habían tenido otro hijo siguiendo el sistema denominado "bebe medicamento", y solo ellos se mostraron rabiosos del éxito de la vida que ya existe, daban ganas de enviarles el mayor de los desprecios.

Ha sido una organización que siempre se ha caracterizado por ir contra el progreso, la ciencia y la razón, y que cuando ha podido, y esto es simplemente constatable, no discutible, se ha impuesto sobre "sus ovejas" y sobre las que no querían serlo pero que, a sangre y fuego, les ha "convencido" de las bondades de la obediencia.

¿Cuándo comprenderán estos retrógrados señores que una bellota no es una encina, que es imprescindible un equilibrio entre especies y recursos o que la paternidad es un derecho que se debe ejercer de forma responsable para impedir que ni un solo niño venga al mundo sin un futuro plenamente garantizado de por vida?

¡Ya les vale!