en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

jueves, 4 de junio de 2009

Garoña, ¡ya te vale!

Estos días se tiene que tomar la gran decisión. Han sido días en los que se han oído los comentarios de siempre y alguna mentirijilla que otra.

Decir que el cierre de Garoña conllevaría que el precio de la electricidad aumentara un 10%, algo que nadie ha rubricado con nombres y apellidos, es totalmente falsa. Dado que la central nuclear de Garoña está amortizada desde hace años, y que su exigua aportación al sistema eléctrico español está ya compensada por la generación eléctrica mediante energías renovables, el cierre inmediato de esta central nuclear será a coste cero.

Por otra parte, no tiene sentido decir, como afirman en Nuclenor, que la central está mejor ahora que antes, o afirmar, respecto al diseño original de la planta: “Pero queda poco de aquello, casi todo se ha ido cambiando", obviando los graves problemas de agrietamiento por corrosión que afectan a diversos componentes de la vasija del reactor (el barrilete, las penetraciones de las barras de control) y del resto del circuito primario, problema que no tiene solución y que empeora inexorablemente con el tiempo, como reconoció el propio Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ante el Congreso de los Diputados.

Greenpeace considera que el Gobierno socialista debe anunciar sin más demora su decisión de cerrar definitivamente la central nuclear de Garoñael día 5 de julio de 2009, cuando vence su permiso de explotación, dado que no hay ningún obstáculo energético, técnico ni económico que lo impida.

Actualmente se dan las condiciones para que el Gobierno socialista y su Presidente sean coherentes y cumplan este compromiso, ya que: la escasa contribución energética de la central nuclear de Garoña está sobradamente compensada por la aportación de las energías renovables, sin Garoña, la seguridad del suministro eléctrico seguirá estando garantizada; su vida útil está agotada; existe además un amplio consenso social a favor de su cierre.