en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

martes, 15 de junio de 2010

2200.La Ertzantza y la decepción de mi amiga

El otro día me comentaba una compañera de curro, que en su última fase del trayecto hacia su lugar de trabajo en Plentzia coincide con el mio, que recién salida de la rotonda que le ponía rumbo hacia San Andrés, la ermita que está en la muga entre Sopelana y Barrika, vio por el espejo retrovisor como una patrulla de la Ertzantza circulaba tras ella. 

Mi amiga, tal como me contó después, se llenó de gozo al ver que iba a poder cumplir uno de sus sueños, cual es demostrarle a la autoridad competente, su capacidad de conducir como una ciudadana ejemplar respetando las normas de circulación y, sobre todo, los límites de velocidad, puesto que unas semanas antes, y en el mismo trazado, le habían puesto una multita y retirado un par de puntitos por ir a 71 en lugar de a 50 según ella misma me contó en aquella ocasión.

El caso es que por donde ponía como límite 50, mi amiga circuló a 48 Km/h, e incluso en el tramo que indica como máximo 30, ella consiguió no pasar de 28. 

Se sentía orgullosa y ejemplar ciudadana a la vez que observaba con sorpresa la cola que se iba formando tras de sí dándole la impresión de que quizás yendo un poquito más rápido nadie corría ningún peligro, y la fluidez sería mucho mayor, pero la presencia del coche patrulla y su afán de conducir legalmente pudieron a la tentación.

Pero en plena recta de Barrika, antes de llegar a la curva de la histórica residencia de ancianos, observó con sorpresa, incredulidad y cierta rabia contenida como los compañeros de quienes le habían puesto semanas antes una multa y quitado dos puntos, cometían una infracción similar delante de sus narices. 

Su impotencia y rabia contenida no impidió que ella continuase orgullosamente cumpliendo la legalidad vigente, no sin cierta sensación de estar haciendo el gilipollas.
€2007