en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

viernes, 8 de octubre de 2010

2400. Las resistencias de la nueva generación etarra

Es de suponer que a los que vienen de lejos se les hace cuesta arriba admitir que su trayectoria ha acabado con muchísima más pena que gloria. Pero posiblemente el problema mayor lo estén causando quienes todavía no se han estrenado. A los primeros les resultará dificultoso clausurar cincuenta años de historia sectarizada. Pero los segundos están dando inicio a una nueva etapa épica en la historia de los vascos. 

El obstáculo al que se enfrentarían Rufi Etxeberria y los suyos no es la posible aparición de una 'ETA auténtica' que reclamase su herencia histórica negándose a deponer las armas. Más bien se trata del problema que suponen quienes han sido alistados y encuadrados recientemente y han llegado en tiempo récord a hacerse con las riendas de una organización en declive. No es que no se les pueda confiar el cierre definitivo del negocio. Es que acaban de abrirlo. El 'cambio político' al que apelan los portavoces de ETA y los dirigentes más disciplinados de la izquierda abertzale encierra un doble significado. Para los veteranos supone la posibilidad de edulcorar su derrota mintiéndose a sí mismos y proclamando como victoria la constitución de un polo soberanista que puedan controlar. Pero para los que todavía no se han estrenado y, sin embargo, han llegado a la cúpula etarra la 'nueva fase política' es eso que podrían fiscalizar con la autoridad que les confieren las siglas heredadas sin siquiera moverse de su escondrijo.