en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

lunes, 11 de marzo de 2013

Menos mapas y más arrepentimiento, porque la solución empieza en su disolución.

El anuncio por parte del secretario general de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, de que encargará a un grupo de expertos independientes la elaboración de un «mapa del sufrimiento» y la celebración la próxima semana de un ‘Foro Social para impulsar el Proceso de Paz’, auspiciado por Lokarri, vienen a recordarnos que mientras cada día hay más razones para preguntarse si ETA existe realmente, cada semana se inaugura una nueva pista en el circo de la pacificación. Cuando el problema era terrorífico y los meses se teñían de asesinatos, las soluciones no ocupaban prácticamente espacio. Ahora que el problema se desvanece, la alquimia de las soluciones se vuelve tan alambicada que tiende a recrearlo. Es imposible objetivar en un mapa algo tan subjetivo como el sufrimiento.


Cuando, hablando de ETA, se aboga por una solución ordenada, se está sugiriendo que los demás –instituciones, facilitadores, mediadores, polemólogos organizados o por libre– aporten el orden con el que no cuentan los esquivos a rendirse, a recapacitar, a renunciar, a arrepentirse o a reconocer el daño causado, se está perdiendo el tiempo y mareando la perdiz. Porque la solución empieza en su disolución.
K.A. en Vocento