en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

viernes, 21 de noviembre de 2014

El conflicto político catalan no ha de comvertirse en confrontación penal

Comparto plenamente el análisis jurídico de quienes sostienen que es muy difícil concluir con rigor y sin arbitrariedad que en los hechos a enjuiciar se dan los requisitos que exigen los tipos penales de la desobediencia, la prevaricación, la malversación y la usurpación de funciones. 

Ante tanta duda fundada, lo razonable y prudente habría sido no adoptar la posición de querellante y actuar a posteriori conforme a lo que resulte de la instrucción que, en su caso, se lleve adelante con motivo de las denuncias presentadas por particulares.

Hacerle actuar a la Fiscalía en este caso como querellante es convertir en la práctica al Ministerio Público en el representante procesal de grupos políticos y sociales que pretenden convertir un conflicto político innegable en una confrontación penal a dirimir ante los tribunales. Para ese cometido el Gobierno ya tiene en su mano a la Abogacía del Estado.

X. Gurrutxaga en El Correo